¿Para qué escribo? Para contar mi historia, una más entre tantas historias de madres, pero no una cualquiera porque es la que me toca. Para contactar madres o padres de la blogósfera, cual botella al mar. Para mantener mi escritura activa. Para registrar momentos mientras mis chiquitos crecen vertiginosamente rápido.

lunes, 25 de marzo de 2019

Salir a flote

Mmmh... ¿Demasiado literal?
A mi familia y a mí nos toca atravesar un tiempo de cambios. Muchas de estas transformaciones son positivas, tienen que ver con el paso del tiempo y el crecimiento de mis hijos. Algunas resultan dolorosas. Pero todas ellas, todos los cambios, a mí siempre me han costado mucho. Soy una persona estructurada y que se tambalea con facilidad. Tal vez por eso este verano que pasó fue para mí un punto de inflexión en muchos sentidos, una crisis existencial (¿ya cuenta como crisis de la mitad de la vida a los 37 años?) de la que recién ahora siento que empiezo a salir.
Mis hijos empiezan una etapa nueva. Dani comenzó primer grado, con muchísimo entusiasmo y alegría (¡qué bueno!), sigue yendo doble turno y está feliz aunque cansada. Y Quiqui dejó atrás aquel jardín maternal donde tanto me costó enviarlo al principio y donde lo cuidaron muy bien, para comenzar el jardín de infantes en una larga -y si me preguntan a mí, bastante innecesaria- adaptación. Están más grandes los dos. Definitivamente ya no tenemos bebés en casa. Si bien a media lengua, hasta Quiqui conversa con nosotros, nos cuenta historias y "lee" sus libros. Y si bien yo disfruto muchísimo de verlos crecer, es inevitable que de a ratos me invada una pequeña nostalgia por esas épocas que pasaron y que ya no van a volver.

En lo laboral, estoy emprendiendo nuevas búsquedas. Me acordé de que alguna vez fui a la uiniversidad y obtuve mi título de Letras, y me gustaría volver a pasar por congresos y otros cursos. Quiero seguir aprendiendo. Quiero crecer profesionalmente. Pero por ahora, no vengo teniendo novedades. Solo sigo lanzando propuestas y esperando que alguna dé resultados.

En fin, que por un tiempo creí que este blog naufragaba indefectiblemente. Pasé por una crisis personal muy profunda, creo que aún la estoy atravesando, pero empecé a salir. Vengo buscando(me). Vengo lanzando botellas al mar, esperando que la marea me devuelva otra cosa, algo que todavía no sé qué podrá ser. Vengo preguntándome muchas cosas, y respondiendo como puedo. 

Y hoy es un momento tan bueno como cualquier otro para retomar la escritura. 
Otra botella al mar, esperando que alguien la recoja, tal vez en algún tiempo, en una playa muy lejana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario